25 febrero 2011

Capitulo II "primeros dias"... Parte II

Veinte minutos más tarde, a un paso bastante rápido, que cualquiera hubiera pensado que había salido a trotar, llego a destino. En la entrada hay un enorme jardín con bancos y mesas de cemento. Grupos de jóvenes sentados por doquier, reencontrándose.
Camino por los senderos que indican un recorrido hacia alguna parte, siguiendo las indicaciones de los carteles hasta el edificio central donde se encuentra la recepción. Retiro el listado de mis materias y horarios de este año.
Regreso al parque y me siento en un banco que hay frente a mí, debajo de un enorme árbol, a leer mis horarios y esperar la primera clase. Por momentos levanto la mirada para observar a mí alrededor y noto que este lugar es enorme. Aquí se dictan numerosas carreras por lo cual hay tres edificios a cada lado del edificio central donde estuve recién. Miro la hora y noto que es tiempo de entrar a clase.
Los jóvenes que estaban sentados en el jardín se levantan y apuran su paso para ingresar a las clases. Muchos me pasan por al lado como si yo no existiera en ese lugar. Subo cinco escalones e ingreso al segundo edificio de la derecha. Su fachada es impecable. Completamente aseado y prolijo.
Subo las escaleras hechas en mármol de un tono claro, hasta el tercer piso donde esta el aula en la que se dictara la clase. Me paro en la puerta, esta casi completa. Voy haciendo lugar pidiendo permiso para pasar hasta encontrar un asiento vacio casi al fondo del lugar, sobre una ventana. Mientras observo a quienes están a mí alrededor escucho la clase.
Al terminar la ultima clase, salgo del edificio. Ya sea ah hecho de noche. Ha sido un largo día y bastante tupido para ser el primero. Es en momentos como este que quiero desistir y regresar a Almar, junto con mis seres queridos, aquí me siento muy sola, pero no me daré por vencida, no aún por lo menos.
Comienzo a caminar, pero en ese preciso momento escucho la voz de una joven que a los gritos trata de llamar la atención de alguien. Doy media vuelta y la veo que viene corriendo hacia mí diciéndome:
-¡Te olvidabas tu sweater!
            Eh visto a la joven en las últimas clases, aparentemente es amable, gentil y alegre. Tiene cabello castaño casi tan largo como el mío, pero a diferencia de mi ella lo tiene ondulado, sus ojos son grises y es tan alta como yo. Pero me llama mucho la atención su color de piel, es mas pálida de lo común como si nunca se hubiera dejado ver por el sol, quizás tenga alguna enfermedad a la piel o vaya a saber que. Es algo que por ahora no podre dar respuesta. 
 - ¡Oh muchas gracias!- le sonrío en señal de agradecimiento-
- ¿Como te llamas?- me pregunta la joven y continúa diciendo- mi nombre es Rocío, somos compañeras en algunas clases.
- ¡Si…te eh visto. Mi nombre es Lucia y nuevamente gracias por alcanzarme el abrigo!
 Finalmente retomo mi camino, pero ahora con la sensación de que voy a tener una compañía y quien sabe lleguemos a ser buenas amigas.
Apenas llego al departamento, suena el celular. Es de uno de los empleos que me cita para el día siguiente a media mañana para una entrevista. En cuanto colgué el teléfono comencé a saltar y gritar por la emoción, hasta que  escucho la queja de los vecinos  que me piden silencio y me detengo pero sin poder contener mi alegría. Inmediatamente llamo a mi familia para contarle las buenas noticias.
Con trabajo que me va a permitir vivir aquí sin ocasionarle gastos a mi familia y con una compañía en el Instituto me siento más tranquila y menos solitaria en la ciudad.

15 febrero 2011

Capitulo II "primeros dias"... Parte I

Ring ring, el ruido del despertador es infernal, ya es hora de levantarme, pero tengo que pereza quisiera seguir durmiendo, con las sabanas me tapo hasta la cabeza e instantáneamente vuelvo a destaparme, me quedo observando el techo, le hace falta un poco de pintura, con manchas de humedad en los rincones, en cuanto junte un poco de dinero lo arreglare, junto con el resto de la casa.
Observo nuevamente el reloj, han pasado diez minutos, me desprendo de las sabanas y tomo la muda de ropa que había dejado preparado sobre el sillón que esta debajo de la ventana la noche anterior. Voy hacia el baño y me doy una ducha ligera para luego sentarme a desayunar tranquila.
Siendo las 7 y treinta dejo la taza y el cuchillo uqe e usado para untar la mermelada en la pileta de la mesada para luego lavar, el paquete de galleta en su lugar de la alacena y la mermelada y manteca en la heladera, tomo mi cartera, bajo hasta la puerta del edificio y de ahí voy hasta el puesto de diarios más cercano para comprar el diario del día y comenzar a buscar trabajo en los clasificados.
Mientras camino, leo y marco los trabajos que me interesan y siento estar calificada para el puesto. A medida que voy encontrando las direcciones dejo mis datos, pero en ninguno de ellos he obtenido una buena respuesta. Todos me dicen que necesitan gente con más disponibilidad horaria, que mis experiencias laborales no son comprobables, que no tengo las capacitaciones necesarias, y otras excusas más que ni quisiera recordarlas.
Cerca del medio día regreso a mi casa fastidiada de tanto caminar y agobiada por el calor, a preparar el almuerzo, unas hamburguesas que compre de camino y una ensalada ya que hoy hace mucho calor y me han dado ganas de comer algo fresco.
Con el pie derecho hago palanca para sacarme el zapato del pie izquierdo, el cual vuela unos centímetro y luego hago lo mismo con el otro pie para estar más cómoda, que de tanto caminar me ha dejados los pies hechos miseria, llevo a la habitación quedándome descalza para aprovechar el piso de cerámico que esta frio  y calma el calor de mis pies.
Con las hamburguesas cocidas, la condimentada  ensalada y colocado en un plato que tengo acomodado dentro de una bandeja junto con un baso con jugo, los cubiertos y servilleta. Tomo la misma y camino hasta la habitación.
Apoyo en una pequeña mesa que hay a un costado de la cama la bandeja para sentarme sobre la cama en una posición en la cual me encuentre cómoda,  vuelvo a tomar la misma y mirando una película que justo eh encontrado cambiando de canal  de la cual que escuchado que ha recibido buenas críticas en su momento almuerzo y aprovecho a descansar.
Cuando termino miro un reloj que esta arriba de la televisión, apostado sobre la pared, el cual indica que han pasado dos horas, me e entusiasmado viendo la películas que ya se me esta haciendo tarde para ir a clases, asique deprisa dejo todo en la pileta de la cocina para lavar cuando regrese, tomo la cartera y la campera que había dejado colgada en el perchero y a medida que atravieso la habitación tomo los zapatos, los cuales me pongo mientras espero la llegada del ascensor.
En el recibidor esta Norberto encerando el piso.
-señorita camine con cuidado porque esta resbaladizo el piso.
-oh! Muchas gracias por el aviso, soy un poco torpe y seguramente me hubiera caído-respondo riendo.
-mire para evitar caídas, camine hacia su derecha hacia la puerta que ese sector ya esta seco.
-esta bien, que tenga un bueno día.
-usted también.
Hago caso a sus indicaciones y al llegar a la puerta comienzo a acelerar mi caminar.
 En una librería que encuentro a unas pocas cuadras compro unos cuadernos y lapiceras, de los más económicos, tapas blandas, hojas traslucidas, deseos de cualquier persona compraría en caso de apuros. Para muchos pareciera un ritual el comienzo de clases, compran los mejores cuadernos, de mayor calidad, con hermosos dibujos, lapiceras de todos los colores, y muchos accesorios mas que ni siquiera lleguen a utilizar, pero como tienen bonito aspecto no les importa el costo que deben pagar. Eso a mi no me interesa ¿de que sirve gastar tanto dinero en algo que va a terminar escrito rayado y hasta roto en un rincón de una habitación olvidado o hasta un cesto de basura cuando ya no sirva? En la caja pago el importe y continúo el camino hacia el Instituto.

11 febrero 2011

Capitulo I "Partir"... parte II

Despierto un rato mas tarde por el frio que me a dado el aire acondicionado, giro mi cabeza hacia la izquierda y observo que el hombre que estaba sentado a mi lado ya no esta, quizás ya  se ha bajado, lo cual poco me importa, tomo la mochila que había puesto a un lado del asiento y saco una campera para taparme, regreso a la misma posición en la que estaba y sigo durmiendo.
La luz que esta entrando por la ventana da en mi rostro obligándome a despertar. Siento que el micro esta disminuyendo su velocidad, miro por medio del cristal y puedo notar que estamos entrando en la Estación de Tonel´s.
Esta es muy distinta a la estación de Almar, claramente  es mucho mas grande, podría decir que casi el doble de tamaño. Mientras atravieso el edificio para salir a la calle noto que la han remodelado, han cambiado las viejas puertas de madera y vidrio por unas modernas de metal y vidrio que además se abren solas cuando alguien se aproxima a ellas. El local de ropa ubicado frente a la puerta que siempre cruzo para ingresar que me gustaba observar ya no esta, ahora hay uno que vende recuerdos de la ciudad, bazar y electrónica en general. Los pisos también son otros, antes había unos cerámicos marrones corroídos, gastados y decolorados por el paso de los años y ahora uno marrones también pero con un color reluciente, brilloso y suave que hasta hay que caminar con cuidad si uno trae zapatos que sean antideslizantes como yo en este preciso momento. Me observo caminar y me causo gracia, doy pasos firmes y a la vez toscos, como si no pudiera flexionar las rodillas, mas precisamente mis pasos son similares a los de un robot, uno de esos que solo estiran las piernas hacia adelante sin flexionar un solo musculo.
Ahora que eh podido llegar a la puerta principal estoy aliviada de no haberme caído en todo el trayecto, dejo mi equipaje en el piso para descansar mis brazos, observo a mi alrededor el incesante movimiento de ingreso  egreso de gente al lugar, pero en esta terminal nadie me espera asique tomo mi equipaje y busco un taxi para ir hasta mi  departamento, mi nuevo hogar ¡que raro se oye eso! acostumbrada a vivir siempre en la misma casa y ahora así de pronto no solo cambiar de casa sino de ciudad y hasta de estilo de vida. El chofer me pregunta a donde debe llevarme y mientras doy la dirección pienso en el acento del hombre, se nota que no es de aquí. Aparenta ser caribeño. Él muy simpático inicia una conversación que la hacemos durar todo el viaje.
El camino no me es desconocido porque ya he venido en ocasiones anteriores. Gente siempre apurada, acelerada, alterada, como si el día no les fuera suficiente para hacer todas sus tareas. Esta vez me encuentro sola frente a tremendo desafío.
Al llegar a destino le pago el importe del viaje, él se gira hacia atrás, en mi dirección y muy amablemente me ofrece su tarjeta personal, me le quedo mirando pasmada, asustada, cauta, quiero bajar deprisa y evitar esta situación, pero antes de que pose mi mano en el picaporte él me dice:
-no tema señorita, es notable que no es de aquí y solo quiero  ofrecerle mis servicios por si alguna vez lo necesita si alguna vez lo necesita. Tome mi tarjeta, después haga lo que quiera con ella.
¿Por no eh de aceptarla? No tiene un aspecto que atemorice o pueda causar daño No es que me sea conocido, pero por lo poco que e hablado con el ha demostrado ser honesto y preferiría viajar con el a arriesgarme a viajar con alguien que no se que pueda hacer ¿Qué daño podría hacerme recibir su tarjeta? La aceptare educadamente y en todo caso la tirare a la basura cuando este en el departamento. Extiendo mi mano para recibirla, sobre ella pone el papel y con la otra abro la puerta mientras me despido de él.
Me paro sobre la vereda, con mis maletas en las manos.  Levanto mi cabeza y miro la altura del edificio. Su tamaño es imponente. Al menos debe tener 25 pisos. La entrada esta completamente hecha de cristal, invitando a ver la amplitud y buena decoración del hall de entrada, donde hay un juego de sillones de color camel ubicados hacia la derecha y frente a ellos un espejo enorme que abarca toda la pared; de lado izquierdo los tres ascensores del edificio hechos en aluminio y acordes a la estructura moderna que se observa en todo el edificio y frente a la puerta de entrada, en la pared que esta entre los ascensores y los sillones una gran pintura con dibujos abstractos, muchos colores, de un metro por un metro aproximadamente, con marcos en color bronce.
Camino hasta la puerta. Allí se encuentra el encargado, un hombre de alrededor de un metro sesenta, pelo corto y renegrido, con bigote recortado, tez morena y su ropa de trabajo que son un pantalón y camisa marrones que areciera que se los hubiera comprado uno o dos tales mas grande por lo cual el pantalón se lo sujeta con un cinturón de cuero negro y la camisa fajada. Camina hasta quedar frente a mí y se ofrece cordialmente a ayudarme con mi equipaje.
-¿A que piso va señorita?- me pregunta el hombre con una voz suave y gruesa a la vez, algo áspera como a quien le afectara haber fumado toda su vida.
- hasta el 15- respondo
Caminamos hasta el ascensor, el cubículo del medio para ser exacto, ya que es el único que se encuentra disponible en la planta baja. El encargado con un gesto de caballerosidad y a la vez cumpliendo con su trabajo abre las dos puertas de seguridad del ascensor, pone las maletas dentro, me indica que entre para luego
-Mi nombre es Norberto, Norberto Brown. Soy el encargado del edificio. Cuando necesite ayuda solo debe llamar a portería y llegare enseguida- me dice amablemente.
-¡Muchas gracias! ¡Lo voy a tener en cuenta!
Sierra ambas puertas de ascensor conmigo dentro. El queda en el hall de entrada. Presiono el botón de mi piso y el ascensor comienza a ascender. Cuando se detiene abro las puertas. Saco mi equipaje dejándolo en el pasillo. Cierro nuevamente las puertas. Tomo mi equipaje nuevamente y camino el pasillo hasta la puerta de mi departamento. Pongo las llaves en la hendidura y abro la puerta.
Entro al mismo dejando a un constado las valijas, me recuesto sobre ellas y escucho la música que mis amigas me han preparado para sentirlas un poco más cerca de mí. No puede contenerme y de mis ojos comenzaron a brotar lágrimas, que, como un calmante, sirvieron para desahogar mi angustia, tristeza y la falta que me hacen en esta nueva etapa que estoy a punto de comenzar. De tanto llorar y sumado al cansancio del viaje me quede dormida.
Al despertar me levanto, voy hacia el balcón y veo que ya se ha hecho de noche. Miro la hora, ¡ya es demasiado tarde y tengo muchas cosas que hacer!: ordenar, limpiar, bañarme, comer y como si fuera poco al otro día debo levantarme muy temprano para buscar trabajo y luego asistir a mis primeras clases  en el Instituto. Asique mientras preparo algo de comer, ordeno los pocos muebles que mi familia me ha podido comprar, que son tan solo una mesa con dos sillas, la cama y unos pocos electrodomésticos, sumados a los que y vinieron incorporados en el departamento.
Después de terminar con los muebles, sigo con lo que hay en mis valijas. Sacando lo que tengo en mi cartera encuentro mi celular y recuerdo que no he avisado como he llegado, por lo cual tengo registradas varias llamadas perdidas y muchos mensajes sin contestar; asique mientras ceno los leo y respondo a todos. Al terminar lavo lo que eh ensuciado, veo que todo allá quedado en orden, un suspiro de cansancio sale de mi y me voy a dormir ansiosa por mañana.
hoy a las cinco de la tarde llega la segunda parte de este capitulo!!! consigan seguidores!!!

07 febrero 2011

Capitulo I "Partir"

Una nueva etapa comienza en mi vida  la cual trae acarreada muchos cambios. Uno de ellos es tener que abandonar Almar para poder continuar mis estudios en Tonel´s y comenzar la carrera que de niña e deseado seguir. Ser chef es mi vocación y lograr mi titulo es el único propósito de este viaje. En cuanto termine pienso regresar a Almar. Poner mi restaurante frente a la plaza de la ciudad. Un lugar de amplio espacio y abandonado hace muchos anos y espero que así continúe hasta mi regreso.
Se que me costara adaptarme a esta nueva vida. Tonel´s es muy diferente a Almar, es mucho más grande en tamaño, deberé cambiar mi estilo de vida, pasar de una vida tranquila a una mucho más acelerada y sólo quedara abocarme a mis estudios y terminar cuanto antes.
Pensar en irme a vivir a la ciudad capital del país y alejarme de mi familia y amigos me atemoriza. Presiento que me sentiré muy solitaria. Si bien ya la conozco porque eh ido con mis padres a inscribirme al instituto y buscar departamento donde vivir, esta vez será diferente porque estaré sola y no me podre ir al día siguiente. Es mas, no se cuando podre regresar a Almar, aunque sea por unos días.
Mis padres me llevan en coche hasta la terminal de ómnibus. Llevamos las ventanillas del coche levantadas  y el aire acondicionado casi al máximo por el calor agobiante de casi unos treinta grados que están haciendo hoy, lo cual hace más agotador el viaje. Yo voy sentada en el asiento trasero del lado de acompañante, con la mirada perdida hacia afuera para echar un vistazo por ultima vez el lugar que me voy crecer y tan lindos momentos eh pasado. Mi madre, que va sentada adelante mío da media vuelta hacia mi dirección:
-¿Estas segura que llevas todo? ¡Mira que no sabemos cuando podremos ir!
-Si mama, llevo todo. No tienes de que preocuparte.
-No puedo quedarme tranquila. No, sabiendo que estarás sola y yo no podre acudir a ayudarte.
-Pero mama tarde o temprano esto iba a pasar. Además en cuando tenga vacaciones tratare de venir y apenas termine mis estudios regresare a vivir aquí.
-De todos modos no me quedo tranquila. ¡Prométeme que cuando necesites algo me llamaras!
-¡Te lo prometo mama!
Mi madre se voltea hacia delante nuevamente. Su rostro trata de demostrar tranquilidad y felicidad por la nueva etapa que estoy a punto de comenzar. Pero se que su espíritu, al igual que el mío siente todo lo contrario. La observo a través del espejo retrovisor y puedo notar como sus ojos están llenos de lágrimas, trata de secárselas  con disimulo pero es inevitable notarlo. Esto denota que tanto ella como yo deseamos que me quede en Almar a su lado, haciendo otro tipo de cosas. Pero ambas sabemos que me arrepentiría toda mi vida de no haber estudiado lo que es mi vocación.
Continuamos el viaje en silencio. Mi mirada vuelve a perderse en la ventanilla. Mi madre mira hacia adelante, sollozante, como queriendo evitar soltar el llanto. Mi padre cada tanto me observa por el espejo retrovisor.
Dejamos el coche estacionado a unas cuadras de la estación debido a que la zona esta demasiado congestionada con tantos coches, taxis que dejan gente allí. Mucha gente esta partiendo, al igual que yo, hacia otras ciudades a estudiar y en muchos casos a trabajar.  Bajamos y del porta equipaje  sacamos mis maletas. Mi padre me ayuda a llevarlas. Mi madre me abraza como queriendo evitar mi partida.
Caminamos hasta la estación, el movimiento de entrada y salida de gente es incesante, al igual que los micros que dejan y recogen gente. Muchos ingresan a pasos acelerados como si estuvieran llegando tarde, y apuran mas aun su paso cuando escuchan el arribo del sus micros.
En la puerta están esperándome mis amigas de toda la vida, Avril y Carolina que han llegado para despedirme. Ambas corren hacia mi, tan espontaneas como siempre uniéndonos en un fuerte abrazándolas tres juntas. Sus rostros tampoco pueden ocultar la tristeza por mi partida. Desafortunadamente Avril a rendido mal los exámenes de ingreso al Instituto asique este año no estudiara nada y Carolina seguirá una carrera que dictan aquí mismo. Junto a ellas y mis padres caminamos  hasta la plataforma donde debo esperar el micro.
Mi madre retrocede unos pasos para caminar a la par de mi padre. Nosotras tres caminamos abrazadas, con Avril a mi derecha y Carolina a mi izquierda, como  queriendo simbolizar en ese gesto lo importante que son en mi vida, los pilares que me sostienen en momentos difíciles, evitando que algo me haga cesar en mis proyectos, y más allá de la distancia que nos separen siempre estaremos unidas.
Tan solo unos instantes más tarde anuncian la llegada del coche. Aguardo a que suban todos los pasajeros, haciendo tiempo para retrasar la despedida. Uno de los choferes me pide gentilmente que suba porque ya es hora de partir.  Le doy mi boleto. Controla que este correcto. Me despido de todos con un fuerte abrazo y sin poder evitar las lágrimas que demuestran mi tristeza por esta despedida. Ellos tampoco pueden evitarlo.
Dentro del micro busco mi asiento y me siento en él. A través de la ventanilla puedo ver que todavía están en el andén. Agito mis brazos al mismo tiempo que trato de secar mis lágrimas. Abajo  mi madre se abraza a mi padre. Carolina y Avril me hacen muecas, bromas que siempre sabíamos hacernos en momentos tristes. A mi izquierda se sienta un hombre de unos cuarenta años, tez morena y casi calvo, quien me saluda cordialmente, solo respondo agitando mi cabeza, sinceramente no tengo ganas ni siquiera para saludar, tan solo quiero que esto pase rápido y así poder calmar mi angustia y regreso mi mirada hacia la ventanilla.
El coche se pone en marcha. Retrocede para salir de la plataforma. Mi corazón se comienza a alborotar, parece que fuera a salirse de mi cuerpo. Tengo la necesidad de gritar, de pedir que frenen para bajarme. No me quiero ir, pero se que no es lo correcto asique respiro profundo y sigo despidiéndome a través del cristal, fingiendo una falsa alegría por esta vida que comenzare, si fuera por mi le pediría a alguno de ellos que me acompañen, pero mis padres deben regresar al trabajo, Carolina comenzar con sus estudios y Abril ya que no ha aprobado los exámenes deberá trabajar junto a su madre mientras se prepara para la próxima fecha de examen.
Mis padres se quedan en el lugar agitando sus brazos. Avril y Carolina corren al micro hasta que sale de la estación y hasta que no pueden seguirle el paso.
Observo cada lugar, cada calle, los recuerdos vienen a mi mente. El día que conocí a  mis dos mejores amigas y hermanas por elección, la primera vez que mi padre me enseño a manejar y casi choco contra un poste de luz, mi primer día de clases. Y el ultimo también, tan emotivo como regocijante.
El viaje esta resultando agradable. Afortunadamente en el micro han puesto aire acondicionado y mi asiento esta sobre la ventana lo cual me permite distraerme con el paisaje del camino. Pareciera que el calor también lo agotara. Los sembradíos están a punto de quemarse, prácticamente secos, con sus hojas achicharradas, sus brotes decaídos y sin un poco de sombra; una pequeña tropilla de caballos tratan de estar bajo la sombra de los pocos arboles que tienen a su alcance.
Poco a poco la noche cae como un manto oscuro que cubre el paisaje invitándonos a descansar. Mis ojos me pesan a cada instante un poco más. Reclino mi asiento. Me acuesto sobre un costado mirando hacia la ventana y dejando que el movimiento del micro me arrulle hasta lograr conciliar el sueño.


continuará...

aviso

Debido a que algunos capítulos quedaron un poco largos como para ponerlos en una sola entrada, los voy a publicar en dos partes, que serán los Lunes y Viernes de cada semana. 
Eso si, seguiré publicando a medida que vallan aumentando los seguidores y para eso pido su ayuda, si la historia les gusta recomiendenla así agrego mas capitulo a este blog.




gracias!!!

03 febrero 2011

Prólogo


Hay historias vividas que no pueden dejar de ser contadas e historias que han sido contadas y seria hermoso vivirlas.
Pero las historias no son nada sino fuera por las personas que hacen que sean las más emocionantes e importantes de sus vidas, aunque los demás les resten importancia y no vean lo valiosas que son.
La historia que les vengo a contar seguramente no le ha pasado del mismo modo, pero nadie puede negar que en algún momento de su vida se haya enamorado perdidamente de alguien como me ah sucedido a mi en esta ocasión.
En algunos han sido correspondidos y en otros ah tenido que salir en busca de alguien que llene ese vacio y hasta han logrado enamorarse de esa persona.
Pero mas halla de los resultados de cada historia, lo importante es el camino que se ha recorrido hasta llegar al resultado.

02 febrero 2011

        Cuando mi voz calle con la muerte,
  mi corazón te seguirá hablando.

personajes

Lucia Sing
Amante de las cosas simples, debe dejar su ciudad en la cual nació y creció, alejarse de su familia y amigas de la infancia para trasladarse a la gran cuidad par comenzar su carrera universitaria. lo que no sabe es que este viaje le traerá muchos mas cambios en su vida de los que esperaba.
Aspecto: delgada de un metro setenta, pelo castaño, lacio y ondulado hasta la cintura. ojos miel y tez clara.


Rocío Bios
Amable, gentil y alegre. Es la primera que le brinda amistad en esta nueva cuidad a Lucia y le muestra un mundo desconocido para ella.
Aspecto: cabello castaño a mitad de la espalda y ondulado, sus ojos son grises y de un metro sesenta.


Tomas Bios
Hermano de Rocío, es extrovertido, trabaja en el restaurante de la familia. aunque intenta alejarse de Lucia para el bien de ambos un acontecimiento los une.
Aspecto: de un metro ochenta, cabello castaño, ojos grises y al igual que su hermana y padres de tes bastante blanca.