09 mayo 2011

capitulo IV "Una sola mirada" parte II

Solo unos segundos en silencio sirvieron para darnos cuenta que esta situación nos estaba incomodando a ambos, yo parada con mis manos hacia atrás y mi mirada que quería quedarse fija en el pero observaba a mí alrededor cada vez que sentía su mirada sobre mi, la cual me intimidaba, me ponía nerviosa. El no me quitaba la mirada, me observaba como si fuera un objeto único que si dejara por un instante de ver se iría y jamás volvería encontrar. Para distender el clima él dice:
-Todavía no nos han presentado, mi nombre es Tomas, pero mis amigos me dicen Tomy, ¿vos como te llamas?
- Lucia… mi nombre es Lucia- le contesto con la voz un poco nerviosa y titubeante.
-Mucho gusto Lucia- me dice mientras toma mi mano y me da un beso en ella, sonrió y continúa diciendo- ¿vamos al jardín?, te invito un trago.
Con una mirada tímida en mis ojos acepto su invitación. Atravesamos el vestíbulo, que esta decorado elegantemente, frente a mí una escalera de cristal que conecta con el piso siguiente, a ambos lados míos un arco que vincula con otra habitación de la casa, a la derecha de la escalera un amplio pasillo que conduce hacia otra puerta y luego de ella esta el jardín.
Tomas posa su mano en mi espalda y con un leve movimiento me dirige  hacia la derecha hasta una terraza donde hay unos sillones rústicos y en el centro una mesa baja acorde a la decoración. Me pide que lo espere allí mientras el va hacia uno de los costados donde esta ubicada la barra. De allí regresa con un solo baso en su mano, lo que me extraña ya que había interpretado que con su invitación el también consumiría algo. Mientras me entrega el baso me pregunta:
-¿preferís que nos quedemos aquí o vallamos a otro lado?
Miro a nuestro alrededor con un paneo rápido, los sillones están casi todos ocupados con gente que habla tan fuerte que me llegan a aturdir, frente a nosotros esta la piscina que no esta tan abarrotada de gente, denota un clima mas sereno para poder hablar y justo a un costado de ella no hay absolutamente nadie.
Mi boca quería gritar que deseaba que estemos en un lugar donde solo seamos nosotros dos, respire hondo unos segundos, calme mi ansiedad y respondí- ¡Donde vos prefieras, a mi me da lo mismo!. Él como si leyera mi mente me dijo, al mismo tiempo que señalaba la piscina justo donde no había nadie:
- que te parece si mejor vamos a allá, aquí hay mucho ruido me parece.
-Está bien-respondo, bajo mi mirada y caminamos hacia donde Tomas indico. Nos sentamos al borde de la pileta, dejamos nuestros zapatos a un costado, adentramos nuestros pies dentro de ella y no puedo evitar preguntarle.
-¿No vas a tomar nada? Creí que cuando me invitaste una copa, vos también tomarías algo.
-La verdad que no tengo  ganas de tomar nada, quizás mas adelante.
Nos pasamos horas hablando, conociendo todo él uno del otro, mientras que los invitados, uno a uno se van yendo del lugar. Al notar que estaba quedando poca gente en la fiesta miro mi reloj y me doy cuenta que ya es muy tarde; me levanto de prisa para buscar mi bolso, pero Tomas me toma del brazo evitando movimiento alguno de mi parte, vuelvo a sentarme y le digo:
-¡Debo irme, ya es muy tarde!
-Okey, entonces déjame que te lleve- responde
-¡No, esta bien!, no te preocupes me tomo un taxi.
-¿Cómo voy a dejarte ir en taxi cuando yo puedo llevarte? Además no pasan taxis por aquí a menos que los llames, espera que saque el auto y te llevo, y ¡no acepto un no como respuesta!
Lo miro y sonrió, con mis palabras trato de no aceptar su invitación, de disimular mi ansiedad y nervios, pero por dentro me muero por aceptarla para seguir a su lado una que sea por unos instantes más.
Tomas es muy insistente asique termino por aceptar, tomo mis cosas y caminamos juntos hasta el auto, me abre la puerta, subo, la cierra, luego sube él y arrancamos. Al igual que Rocío parece que él también le invierte mucho tiempo y dinero a su auto, lo ah pintando de un azul metalizado, los tapizados del interior están en negro con detalles en azul y la radio y el sistema de sonido es imponente.
Durante todo el viaje, ambos estamos en silencio, como si no hubiera nada que contarnos, ¡pero no es así!, quiero saber mas de él, hay algo que me intriga y quiero descubrirlo,  pero creo que lo mejor es mantener el silencio, recordando lo bien que lo hemos pasado esta noche, esperando volver a verlo pronto.
Tomás estaciona el auto en la puerta del edificio y apaga el motor, continúa el silencio por unos segundos más hasta que le digo:
- Bueno muchas gracias por traerme, aunque vuelvo a repetirte que no hacia falta.
-No te hagas problema, que para mí no es una molestia, al contrario- me sonríe, nos acercamos el uno al otro, nos miramos fijamente, el tiempo vuelve a detenerse, siento como mi cuerpo tiembla a cada instante que se va acercando hacia mi y cuando nuestros labios están a solo un suspiro de distancia alguien golpea la ventana, rompiendo con la magia de ese momento. Esta persona es un policía que nos dice:
-Están estacionado en un lugar no permitido, asique va a tener que mover el vehículo
- ¡Oh disculpe no nos dimos cuenta!, de todos modos él ya se iba- le contesto
Asique bajo del coche, camino hasta la puerta del edificio desde donde despido a Tomas agitando mi mano y él por su parte responde asintiendo su cabeza; por un instante tuve el impulso de volver corriendo al coche y besarlo, pero me contuve para no confundir las situación y esperar el momento indicado, pone en marcha el auto y se va. Subo a mi departamento y me acuesto feliz por la noche que pase, expectante de lo que pueda pasar de ahora en más y con la esperanza de que esto dure mucho tiempo, pero también sigo pensando que hay algo en el que me intriga, no sólo de él sino de toda su familia y estoy dispuesta a descubrirlo.