07 febrero 2011

Capitulo I "Partir"

Una nueva etapa comienza en mi vida  la cual trae acarreada muchos cambios. Uno de ellos es tener que abandonar Almar para poder continuar mis estudios en Tonel´s y comenzar la carrera que de niña e deseado seguir. Ser chef es mi vocación y lograr mi titulo es el único propósito de este viaje. En cuanto termine pienso regresar a Almar. Poner mi restaurante frente a la plaza de la ciudad. Un lugar de amplio espacio y abandonado hace muchos anos y espero que así continúe hasta mi regreso.
Se que me costara adaptarme a esta nueva vida. Tonel´s es muy diferente a Almar, es mucho más grande en tamaño, deberé cambiar mi estilo de vida, pasar de una vida tranquila a una mucho más acelerada y sólo quedara abocarme a mis estudios y terminar cuanto antes.
Pensar en irme a vivir a la ciudad capital del país y alejarme de mi familia y amigos me atemoriza. Presiento que me sentiré muy solitaria. Si bien ya la conozco porque eh ido con mis padres a inscribirme al instituto y buscar departamento donde vivir, esta vez será diferente porque estaré sola y no me podre ir al día siguiente. Es mas, no se cuando podre regresar a Almar, aunque sea por unos días.
Mis padres me llevan en coche hasta la terminal de ómnibus. Llevamos las ventanillas del coche levantadas  y el aire acondicionado casi al máximo por el calor agobiante de casi unos treinta grados que están haciendo hoy, lo cual hace más agotador el viaje. Yo voy sentada en el asiento trasero del lado de acompañante, con la mirada perdida hacia afuera para echar un vistazo por ultima vez el lugar que me voy crecer y tan lindos momentos eh pasado. Mi madre, que va sentada adelante mío da media vuelta hacia mi dirección:
-¿Estas segura que llevas todo? ¡Mira que no sabemos cuando podremos ir!
-Si mama, llevo todo. No tienes de que preocuparte.
-No puedo quedarme tranquila. No, sabiendo que estarás sola y yo no podre acudir a ayudarte.
-Pero mama tarde o temprano esto iba a pasar. Además en cuando tenga vacaciones tratare de venir y apenas termine mis estudios regresare a vivir aquí.
-De todos modos no me quedo tranquila. ¡Prométeme que cuando necesites algo me llamaras!
-¡Te lo prometo mama!
Mi madre se voltea hacia delante nuevamente. Su rostro trata de demostrar tranquilidad y felicidad por la nueva etapa que estoy a punto de comenzar. Pero se que su espíritu, al igual que el mío siente todo lo contrario. La observo a través del espejo retrovisor y puedo notar como sus ojos están llenos de lágrimas, trata de secárselas  con disimulo pero es inevitable notarlo. Esto denota que tanto ella como yo deseamos que me quede en Almar a su lado, haciendo otro tipo de cosas. Pero ambas sabemos que me arrepentiría toda mi vida de no haber estudiado lo que es mi vocación.
Continuamos el viaje en silencio. Mi mirada vuelve a perderse en la ventanilla. Mi madre mira hacia adelante, sollozante, como queriendo evitar soltar el llanto. Mi padre cada tanto me observa por el espejo retrovisor.
Dejamos el coche estacionado a unas cuadras de la estación debido a que la zona esta demasiado congestionada con tantos coches, taxis que dejan gente allí. Mucha gente esta partiendo, al igual que yo, hacia otras ciudades a estudiar y en muchos casos a trabajar.  Bajamos y del porta equipaje  sacamos mis maletas. Mi padre me ayuda a llevarlas. Mi madre me abraza como queriendo evitar mi partida.
Caminamos hasta la estación, el movimiento de entrada y salida de gente es incesante, al igual que los micros que dejan y recogen gente. Muchos ingresan a pasos acelerados como si estuvieran llegando tarde, y apuran mas aun su paso cuando escuchan el arribo del sus micros.
En la puerta están esperándome mis amigas de toda la vida, Avril y Carolina que han llegado para despedirme. Ambas corren hacia mi, tan espontaneas como siempre uniéndonos en un fuerte abrazándolas tres juntas. Sus rostros tampoco pueden ocultar la tristeza por mi partida. Desafortunadamente Avril a rendido mal los exámenes de ingreso al Instituto asique este año no estudiara nada y Carolina seguirá una carrera que dictan aquí mismo. Junto a ellas y mis padres caminamos  hasta la plataforma donde debo esperar el micro.
Mi madre retrocede unos pasos para caminar a la par de mi padre. Nosotras tres caminamos abrazadas, con Avril a mi derecha y Carolina a mi izquierda, como  queriendo simbolizar en ese gesto lo importante que son en mi vida, los pilares que me sostienen en momentos difíciles, evitando que algo me haga cesar en mis proyectos, y más allá de la distancia que nos separen siempre estaremos unidas.
Tan solo unos instantes más tarde anuncian la llegada del coche. Aguardo a que suban todos los pasajeros, haciendo tiempo para retrasar la despedida. Uno de los choferes me pide gentilmente que suba porque ya es hora de partir.  Le doy mi boleto. Controla que este correcto. Me despido de todos con un fuerte abrazo y sin poder evitar las lágrimas que demuestran mi tristeza por esta despedida. Ellos tampoco pueden evitarlo.
Dentro del micro busco mi asiento y me siento en él. A través de la ventanilla puedo ver que todavía están en el andén. Agito mis brazos al mismo tiempo que trato de secar mis lágrimas. Abajo  mi madre se abraza a mi padre. Carolina y Avril me hacen muecas, bromas que siempre sabíamos hacernos en momentos tristes. A mi izquierda se sienta un hombre de unos cuarenta años, tez morena y casi calvo, quien me saluda cordialmente, solo respondo agitando mi cabeza, sinceramente no tengo ganas ni siquiera para saludar, tan solo quiero que esto pase rápido y así poder calmar mi angustia y regreso mi mirada hacia la ventanilla.
El coche se pone en marcha. Retrocede para salir de la plataforma. Mi corazón se comienza a alborotar, parece que fuera a salirse de mi cuerpo. Tengo la necesidad de gritar, de pedir que frenen para bajarme. No me quiero ir, pero se que no es lo correcto asique respiro profundo y sigo despidiéndome a través del cristal, fingiendo una falsa alegría por esta vida que comenzare, si fuera por mi le pediría a alguno de ellos que me acompañen, pero mis padres deben regresar al trabajo, Carolina comenzar con sus estudios y Abril ya que no ha aprobado los exámenes deberá trabajar junto a su madre mientras se prepara para la próxima fecha de examen.
Mis padres se quedan en el lugar agitando sus brazos. Avril y Carolina corren al micro hasta que sale de la estación y hasta que no pueden seguirle el paso.
Observo cada lugar, cada calle, los recuerdos vienen a mi mente. El día que conocí a  mis dos mejores amigas y hermanas por elección, la primera vez que mi padre me enseño a manejar y casi choco contra un poste de luz, mi primer día de clases. Y el ultimo también, tan emotivo como regocijante.
El viaje esta resultando agradable. Afortunadamente en el micro han puesto aire acondicionado y mi asiento esta sobre la ventana lo cual me permite distraerme con el paisaje del camino. Pareciera que el calor también lo agotara. Los sembradíos están a punto de quemarse, prácticamente secos, con sus hojas achicharradas, sus brotes decaídos y sin un poco de sombra; una pequeña tropilla de caballos tratan de estar bajo la sombra de los pocos arboles que tienen a su alcance.
Poco a poco la noche cae como un manto oscuro que cubre el paisaje invitándonos a descansar. Mis ojos me pesan a cada instante un poco más. Reclino mi asiento. Me acuesto sobre un costado mirando hacia la ventana y dejando que el movimiento del micro me arrulle hasta lograr conciliar el sueño.


continuará...

2 comentarios:

  1. capitulo 4 de diario de la invisible subido.¡espero qe os guste!:
    http://milideasinmyhead.blogspot.com/

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  2. Me encanto el cap, tanbien leí el prologo y esta genial.
    Quiero contiii! :D

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